El escritor español, Antonio Garber, ha resultado ganador del Premio Anubis 2024 por su cuento A la sombra de dos reactores en ruinas.

Antonio Garber (Murcia, 1994), cuyo nombre real es Antonio García Bermúdez, es un escritor e ingeniero español. Creció leyendo ciencia ficción y fantasía. Estudió ingeniería química en la Universidad de Murcia y cuenta con un Máster en Ingeniería Industrial por la Universidad Politécnica de Cartagena. En noviembre de 2024 ganó el XVII Premio Tristana de novela fantástica por su obra U.N.I. En diciembre de 2024 ganó el III Premio Anubis, por su cuento A la sombra de dos reactores en ruinas. Se ha formado como escritor en la Escuela de Escritura Creativa Club Renacimiento (Murcia, España). 

A continuación, los dejamos con los doce cuentos favoritos de Antonio Garber.

Soy un lector indeciso, y además, analizo demasiado. Por eso, cuando Isaac Basaure (a quien agradezco mucho esta oportunidad) me preguntó por mis cuentos favoritos, sentí como si me estuviera pidiendo cuáles salvar de un incendio.

Después de pensarlo mucho, me he decidido. He tratado de explicarlo. Desde las sensaciones que me provocaron, pero también desde lo que cada historia me enseñó como lector (y escritor).

Cada entrevistado aporta aquí su propia colección de cuentos favoritos igual de válida que la mía, que abarcan géneros tan diversos como el terror, la ciencia ficción, la fantasía e incluso relatos de la realidad más inmediata. Me he centrado en aquellos que mejor definen mi forma de pensar y de escribir. Como sucede con todo arte, estas selecciones son subjetivas, pero al mismo tiempo se puede discernir la fina línea de similitudes que las vertebra.

En broma suelo pensar que, si en el futuro distante alimentan a una red neuronal perfecta con estos relatos, algo muy semejante a mi vería la luz. Pero claro, no estoy preparado para la idea de que una réplica mía alcance la inmortalidad. Es probable que Internet (o la civilización) se haya terminado antes. Centrémonos en el presente.

Así que aquí está: una introducción a mi córtex cerebral, una selección de lo que considero mis cuentos favoritos. Grandísimas historias se quedarán fuera, pero espero que estas sirvan como una buena representación de lo que me mueve y también consigan despertar algo de interés en otras personas:

Johnny Mnemonic - William Gibson

Johnny Mnemonic es valioso porque en él, Gibson abrió la puerta a todo un nuevo género: el ciberpunk. La historia trata de un mensajero de datos con un implante cerebral (Johnny) y una guardaespaldas (Molly) envueltos en una conspiración mortal. Un perfecto ejemplo del “high tech, low life” que define el ciberpunk: samuráis callejeros, ninjas aumentados con implantes, corporaciones despiadadas y un trasfondo de supervivencia feroz en la nueva economía de la información.

Su estilo, densamente cargado, ofrece detalles sensoriales minuciosamente seleccionados que convierten cada lectura en una experiencia absorbente. La intensidad de sus imágenes y la oscura pasión que las anima se despliegan como hologramas. Los protagonistas son perdedores, buscavidas, marginados: figuras que operan al margen de un sistema implacable. Con este lenguaje afilado y rápido, Gibson nos sumerge de lleno en una burbuja de datos, emociones, impulsos sensoriales y oscuros motivos. Las escenas de acción fluyen más rápido que los sentidos del narrador, atrapando al lector con un desconcierto inmersivo.

Lo asombroso del cuento es también la riqueza implícita en las capas subterráneas de su narrativa y todo el mundo que construye alrededor. Imagina un iceberg de implicaciones que apenas se muestra en la superficie, pero cuya masa oculta no podemos dejar de contemplar a medias entre la fascinación y el horror mientras nos dirigimos inexorablemente hacia él. Este es el futuro que Gibson define.

La muchacha que estaba conectada - James Tiptree Jr. (Alice Sheldon)

James Tiptree Jr., seudónimo de Alice Bradley Sheldon, es una de las escritoras más fascinantes, proféticas y valientes de la ciencia ficción. “La muchacha que estaba conectada” combina el característico manejo suyo de la emoción humana (y femenina) con la especulación tecnológica.

El relato cuenta la historia de una joven deforme y enferma, P. Burke, que se presenta voluntaria a un implante cerebral que le permite experimentar la vida a través de Delphi. Delphi es una muñeca vacía y perfecta, un cuerpo biológico diseñado para ser estrella mediática y creado por la corporación con la que firma el contrato P. Burke (necesitan alguien que la “pilote”). P. Burke sacrifica así su propia identidad para que Delphi sea amada por sus millones de fans, negándose cada vez más a salir a su cuerpo y afirmar su existencia.

La voz narrativa que abre la historia casi en segunda persona tiene un ápice de rebelión y reproche al mismo tiempo (“Escucha, zombi. Créeme.”). Como si nosotros, los lectores, fuéramos no solo testigos, sino culpables de la tragedia de P. Burke. Enfatiza la brutalidad global del mundo corporativo y cómo este despoja a la chica de su identidad bajo el deseo de una vida perfecta. Una alegoría perfecta de nuestros días.

Tiptree logra integrar esta voz con un trasfondo crítico sobre cómo la obsesión con las apariencias, las redes sociales, los influencers y el precio de la fama. Relevante durante su publicación en los años 70 y, de manera sorprendente, también actual. Diez años antes que William Gibson y el Ciberpunk.

Cada vez que leo esta historia, tengo la sensación de que podría haberse escrito hoy mismo. Y eso dice mucho de ella.

Señores del desgobierno - M. John Harrison

Harrison combina lo sublime y lo sombrío con una destreza que transforma la lectura en un viaje hipnótico.

Basado en el universo de Viriconium, ampliado a través de las novelas de M. John Harrison, este cuento encapsula el tono decadente y melancólico de una Tierra postapocalíptica medieval. La trama sigue a Lord Cromis y sus soldados, que llegan a la granja fronteriza del Greba de Yule para evaluar las defensas y satisfacer la obsesión de Cromis por el paisaje y la biblioteca de la granja. Aunque hay indicios de un lento asedio, este permanece ambiguo, como si el verdadero conflicto no estuviera en el exterior sino en el deterioro interno de la granja y en la desesperanza de sus habitantes. Esa ambigüedad, acompañada de la maestría de las descripciones, construye un relato magistral.

A través de esta atmósfera, Harrison crea una narrativa tanto opresiva como extrañamente hermosa. Los detalles del entorno (estructuras desmoronadas, paisajes salvajes, adornos y artilugios desenterrados) y también las relaciones tensas entre los personajes la refuerzan. Sin embargo, lo que más destaca es su maestría para esbozar personajes multidimensionales en unas pocas páginas. Mediante detalles precisos y minuciosamente seleccionados (gestos, reacciones o interacciones con su entorno y los demás), cada figura emerge como un retrato psicológico complejo.

Es una historia que en mi caso me invita a volver una y otra vez, ya sea para aprender de la sutileza de sus detalles, para estudiar la construcción magistral de sus personajes o simplemente disfrutar de una de las prosas más evocadoras del género.

Aprendiendo a ser yo - Greg Egan

Vertiginoso. Absorbente. Inquietante. Así es como definiría este cuento.

Greg Egan siempre desafía al lector a empujar los límites de su imaginación y razonamiento. Sus relatos son un ejercicio intelectual que exige un esfuerzo pleno, y “Aprendiendo a ser yo” no es la excepción.

La historia nos traslada a un futuro en el que a los seres humanos, desde el nacimiento, se les implanta un dispositivo conocido como “La Joya”. Este implante, conectado al cerebro, aprende a replicar sus patrones electroquímicos hasta que, con el tiempo, sustituye por completo las funciones del pensamiento, facilitando así la inmortalidad. A los 30 años, el cerebro se retira y La Joya permanece como último reducto de la consciencia. En esta sociedad, donde el reemplazo es la norma, el protagonista comienza a plantearse preguntas inquietantes: ¿dónde termina el cerebro y comienza la Joya? Con ecos de la Paradoja del Barco de Teseo, Egan disecciona el concepto de identidad.

Breve pero impactante, “Aprendiendo a ser yo” nos lleva a cuestionar todo lo que damos por sentado sobre nuestra naturaleza.

Los que se alejan de Omelas - Ursula K. Le Guin

Un cuento que se lee en tan solo 10 minutos, pero que te deja reflexionando durante 10 años. Es una historia que recomiendo a todo el mundo, sin importar sus preferencias literarias.

En una ciudad utópica de deslumbrante belleza, abundancia y alegría, los habitantes disfrutan de una felicidad absoluta. Sin embargo, no puedo decir más para no estropear la experiencia. Para ello tendréis que leerlo.

La prosa de Le Guin es rica, evocadora y envolvente. Invita a imaginar la utopía de Omelas de una forma tan vívida que, casi sin darnos cuenta, quedamos atrapados en el dilema ético de su existencia. Lo más poderoso que ofrece es la ambigüedad deliberada: el narrador omnisciente de Le Guin no da explicaciones ni emite juicios. En su lugar, deja que sea el lector quien reflexione y saque sus propias conclusiones después de leerla.

Con “Los que se alejan de Omelas”, Ursula K. Le Guin construye una parábola ética y nos pone frente a un espejo. Nos hace replantearnos las concesiones que estamos dispuestos a hacer para sostener nuestra propia comodidad. Es imposible salir de Omelas sin cambiar para siempre.

The Things - Peter Watts

Peter Watts ofrece una reinterpretación magistral de la película The Thing de John Carpenter, pero contada desde la perspectiva de la criatura. Para The Thing, la asimilación no es una invasión o destrucción, sino una forma de conexión y evolución: la integración de otras formas de vida en su colectivismo biológico. Con una fuerte base científica, Watts describe a esta criatura como un explorador cósmico que encuentra incomprensible y aberrante la naturaleza individualista de la consciencia humana.

La voz introspectiva y envolvente destaca por su capacidad de subvertir nuestras expectativas de terror al "Otro", mostrando a la criatura no como un monstruo, sino como un ser con intenciones que él mismo considera mesiánicas y benévolas. ¿Nos suena de algo? Con esta inversión, The Things explora nuestro miedo a lo desconocido y a cualquier visión que no se amolde con la nuestra.

Como muchas de sus otras obras, lamentablemente no cuenta con una traducción al español. Tarde o temprano llegarán, porque Peter Watts es uno de los autores más revolucionarios e interesantes de los últimos años. Mientras tanto, la historia es accesible de forma gratuita en inglés en la famosa revista de ciencia ficción Clarkesworld: https://clarkesworldmagazine.com/watts_01_10/

El reconocimiento - J.G. Ballard

En este cuento, J.G. Ballard fusiona el dato escondido y la perspectiva en un entorno cotidiano hasta que ambos se entrelazan de manera inquietante y surrealista. Es un relato que, como todo lo que escribe Ballard, provoca una incomodidad que se queda contigo mucho después de terminar de leer.

En “El Reconocimiento”, un circo triste y decadente llega al pueblo. Está encabezado por un enano y una mujer de edad indefinida que parecen arrastrar consigo una derrota y un hastío inmenso. Los animales permanecen ocultos, pero un olor desagradable y extrañamente familiar emana de las jaulas. El protagonista, inexplicablemente atraído por este circo, se encuentra en una espiral de fascinación y desasosiego que amenaza con atraparlo.

Revelar más detalles sería traicionar la experiencia de leerlo. En un espacio breve, Ballard no solo construye una atmósfera opresiva e hipnótica, sino que también nos da una lección sobre las claves de un gran cuento: conciso, absorbente y con un desconcierto que persiste mucho después de haberlo terminado.

Roog - Philip K. Dick

En su primer cuento publicado, Philip K. Dick ejemplifica su talentosa capacidad para hacernos dudar de la realidad.

La historia, contada desde el punto de vista del perro Boris, parece tratar de sus intentos de advertir a sus dueños sobre unos recolectores de basura, a quienes percibe como individuos siniestros a los que llama "Roogs". Digo “parece” porque una simple narrativa sobre la lealtad animal y los malentendidos esconde una exploración en capas de la paranoia, la percepción y la naturaleza de la realidad. Estos son temas centrales a lo largo de la obra de Dick. ¿Son los “Roogs” acaso ordinarios basureros o acaso algo más oscuro? ¿Tiene Boris razón?

La narración de Dick es un caleidoscopio de realidades en competencia. Y "Roog" sienta las bases de las inquietudes existenciales que definirían más adelante su carrera. Nos obliga a confrontar la fragilidad de nuestra propia percepción y a considerar cómo los filtros de la mente modelan nuestra realidad. Es un relato que, pese a ser extremadamente simple y breve, marcó el inicio de una perspectiva literaria que cambió la ciencia ficción para siempre.

El juego de la rata y del dragón - Cordwainer Smith

Como amante gatuno, no podía dejar fuera esta historia. Publicada en 1955, es una de las muestras más representativas del estilo inconfundible de Cordwainer Smith (seudónimo de Paul Myron Anthony Linebarger) y su visión singular de la ciencia ficción. Esta se caracteriza por la mezcla de lo extraño y lo profundamente humano en un contexto casi mitológico.

El cuento pertenece al universo de “Los Señores de la Instrumentalidad, una cronología del futuro que se va expandiendo en el tiempo. En él, tras siglos de viaje y evolución, la Humanidad se enfrenta a los problemas derivados de su propia diversidad y los peligros que esconde el gigantesco universo.

En “El juego de la rata y el dragón”, Smith imagina una humanidad que utiliza gatos no solo como compañeros, sino como guerreros indispensables en las peligrosas travesías interestelares. Los “dragones”, unas entidades demasiado rápidas para los humanos, atacan las naves y destruyen las mentes de los tripulantes. Sin embargo, conectados telepáticamente a sus compañeros humanos y desde otras naves más pequeñas, los gatos perciben a estas criaturas como ratones y son capaces de enfrentarse a ellas con precisión y ferocidad. Este vínculo no es puramente práctico: es una unión espiritual y emocional que convierte a los gatos en aliados e iguales, en hermanos. No meras herramientas.

La riqueza del universo de Cordwainer Smith no solo radica en su worldbuilding, sino también en su habilidad para plantar metáforas y mitos. Su voz convierte el futuro distante en un pasado aún más lejano, narrado desde un futuro que no podemos ni imaginar. Recomiendo “El juego de la rata y el dragón” porque sigue siendo un clásico atemporal que mezcla lo épico con lo íntimo. Y si eres amante de los gatos, todavía te gustará más.

Sueño - Haruki Murakami

Haruki Murakami es un maestro en capturar el surrealismo escondido en lo cotidiano y explorar las profundidades del subconsciente. En “Sueño”, una mujer deja de dormir, pero, en lugar de sentirse agotada, experimenta una lucidez desconcertante. Este estado la lleva a cuestionar su vida: ¿por qué abandonó su pasión por los libros y el chocolate para encajar en el rol de “buena ama de casa”? A medida que ajusta su rutina a esta nueva claridad mental, redescubre una parte de sí misma que creía perdida.

Narrado en primera persona, Murakami nos sumerge en la mente de la protagonista con un estilo ágil y envolvente. Con una intensidad brutal, plasma sus pensamientos más íntimos mientras realiza las tareas de casa y relata las fisuras de su vida cotidiana.

“Sueño” es una reflexión sobre el papel de las pasiones personales frente a las obligaciones impuestas y, como muchas de las obras de Murakami, hipnotiza al lector hasta el final.

El canto del crepúsculo - Lester del Rey

Este cuento breve y alegórico destaca por su capacidad para transmitir una poderosa reflexión con una simplicidad contundente. La historia, que no es necesario tomarla literalmente, sigue a una misteriosa criatura fugitiva que busca refugio en un planeta idílico de un extremo de la Vía Láctea mientras huye de unos misteriosos “Usurpadores”. Sin embargo, lo que comienza como una fábula de supervivencia pronto revela un giro transgresor, uno que cuestiona uno de los pilares fundamentales compartidos por muchas culturas: el presente y futuro de la humanidad en el cosmos y su importancia o excepcionalismo ante las normas que lo rigen.

Cuando fue publicado, “El canto del crepúsculo” sorprendió y escandalizó a los lectores. Aunque su impacto pueda parecer menor ahora, es importante recordar el marco cultural en el que fue escrito y también su naturaleza alegórica. El cuento desafió los dogmas establecidos, demostrando el potencial de la ciencia ficción para incomodar y abrir nuevos horizontes de pensamiento. Eso, junto a su brevedad, me hacen incluirlo en esta lista.

Exhalación - Ted Chiang

Deslumbrante es la palabra. Ted Chiang nos transporta de repente, sin explicaciones a un universo habitado por una raza de seres mecánicos impulsados por el aire. Narrado en forma epistolar de una entrada en el diario de un científico, el protagonista describe la disección de su propio cerebro para descubrir el funcionamiento de su mente y otros enigmas.

La historia no solo se centra en el acto científico, sino también en la reflexión filosófica. Chiang inventa toda una raza de seres mecánicos, la racionaliza y convierte el análisis técnico de su “biología mecánica” o funcionamiento en un poema sobre la fragilidad de la vida.

La voz, en este caso, está impregnada de una mezcolanza de asombro científico y melancolía, logrando que la historia trascienda su premisa mecánica para convertirse en una metáfora universal. Una sobre nuestro deseo de entender el mundo antes de que sea demasiado tarde.

“Exhalación” es también una celebración de la curiosidad, una meditación sobre la entropía, la identidad y la aceptación. Pero también una reflexión conmovedora sobre la efímera y fortuita existencia de nosotros, todos los seres inteligentes. Es un relato que ejemplifica que el asombro y la melancolía pueden coexistir en perfecta armonía. Y por eso, hay que celebrar que exista un relato así.

LEE A LA SOMBRA DE DOS REACTORES EN RUINAS

https://www.premioanubis.com.ar/2024/12/a-la-sombra-de-dos-reactores-en-ruinas.html

Sitio web del autor: https://antoniogarber.com/